domingo, 4 de septiembre de 2016

27 Tapas (Cuenta regresiva)

Alrededor de las torres de Camino Real han aparecido en los últimos meses varios restaurantes: Quinoa, Convivium, Loreta, Félix Brasserie, Esen Döner. Todos con diferentes propuestas pero con el mismo objetivo: captar la atención del público ejecutivo que labora por la zona. Algunas propuestas son como aves de paso y quedan en buenas intenciones, otras logran conquistar su nicho y salen triunfantes. Pero que cuesta trabajo y tiempo, les cuesta.

Detalle de la barra
En medio de la vorágine de restaurantes de la zona empresarial de San Isidro surge una nueva presencia: 27 Tapas, creacion de Carlos Testino, el mismo chef de Lima 27. Es una propuesta dirigida a los ejecutivos que buscan un lugar para desconectarse del trabajo en un ambiente sofisticado y con una carta que brinda las mejores opciones para un after-office. Además, a la hora de almuerzo ofrecen un menú de precio fijo con cinco entradas y fondos. Tal cual me lo describieron quedé intrigado y acepté la invitación para evaluar ambas propuestas.

Con 4 meses de existencia 27 Tapas retoma el concepto del, valga la obvia redundancia, tapeo español, adaptándolo al gusto peruano a través de nuevos sabores y porciones generosas. El círculo se cierra con una nutrida carta de tragos de la casa y cervezas artesanales.

Pido apresurado la carta para comprobar el origen del nombre: doce tapas frías, nueve calientes y cinco sanguchitos (los archiconocidos "buns"), charcutería y uno que otro plato caliente. Empezamos con un montadito de erizo (S/.16.00) donde la frescura del insumo lo es todo, aunque el guacamole amerita una revisión porque su intensidad asume un protagonismo indebido. Sigo con el montadito de salmón (S/.14.00) que junto a una crema de jamón Joselito logran una impecable combinación mar y tierra. Para redondear la experiencia me sirve un "Hi 5" sashimi (S/.30.00), el sashimi común y corriente de la pesca del día presentado sobre una escultura de hielo en forma de mano. Es opcional remojar los cortes en la salsa oriental de acompañamiento, aunque conociendo al comensal peruano, seguro que darán buena cuenta de ella.

Montadito de salmón. Rabo & tuétano
Pulpo a la gallega. Montadito de erizo.
Estoy ubicado en la terraza del local y el clima inmisericorde me exige algo caliente sin pérdida de tiempo. ¡Que me traigan un rabo y tuétano (S/.18.00)! Es el conocido guiso español acompañado de pan tostado. No hay pierde con el rabo de toro si está bien ejecutado (cocción larga a fuego lento. El resultado es impecable en sabor y además el tuétano aporta. El segundo plato fue un pulpo a la gallega (S/.16.00), un guiso que no trae sorpresas más si una correcta ejecución del insumo principal, suave y con el toque preciso de pimentón. La cuidadosa presentación se merece un párrafo aparte aunque viéndolo bien es la impronta de Lima 27. Pequeño detalle, no veo el helado de ají amarillo que indica la carta, aunque tampoco lo echaría de menos.

Causa de pejerreyes crocantes. Tiradito de almejas.
Espresso BBQ Burger. Meloso de mariscos.
Aprobadas las tapas, toca evaluar las opciones del Prix Fixe Menú (S/.39.00 incluyendo una bebida no alcohólica). Empiezo con el tiradito de almejas donde la leche de tigre con ají amarillo es sútil y deja sobrevivir todo el sabor de los maricos. El camote aporta un toque de equilibrio. La causa de pejerreyes crocantes, nuevamente, enamora por la presentación pero el trabajo en cocina ha sido correcto. Los pejerreyes crocantes se complementan con una suave crema al olivo y una masa de papa que no aturde por exceso de sazón. 

De fondo me sirven la  Espresso BBQ Burger, una hamburguesa en salsa de la casa y cebolla caramelizada. Si bien el pan brioche está "blindado" con un wafer hecho con papel de arroz el término de la carne, muy jugosa, lo humedece rápidamente. Eso explica porque me entregan un par de guantes quirúrgicos para comerla con la mano. La hamburguesa es sabrosa y se deja comer tal cual sin ningún tipo de salsa adicional. El último plato es un logrado meloso ibérico de mariscos. Mala idea: dejarlo al final porque estoy más que satisfecho. No importa, basta probar un bocado para sentir el punto correcto de cocción de los mariscos y la textura adecuada. Pasa la prueba.

"Hi 5" sashimi
¿Hubo espacio para postre? Sí, pero ya se los dejo de tarea a ustedes. Ordenen los Jimmy berries y cuando lo traigan a la mesa no creerán lo que ven sus ojos. Dudo que en Lima exista un restaurante que ofrezca un postre parecido.

Me retiro de 27 Tapas con buen sabor de boca y con la sensación que todavía hay mucho por ver. Quiero seguir investigando el resto de la carta para evaluar si la calidad es pareja. Tengo en la mira el jamón Joselito aunque la idea sería acompañar la velada con una botella de buen vino español. Desconectarse de las preocupaciones laborales siempre es conveniente, más hacerlo en un ambiente acogedor con una propuesta gastronómica bien cuidada es lo ideal para todos los viernes. Mejor aún en compañía de amigos o pareja así que empiecen a contar sus tapas. A mí ya sólo me faltan 21.

27 Tapas queda en Santa Luisa 295, San Isidro. 
Horario: Lunes a sábado de 12.00 a 24.00. Domingos de 12.00 a 16.00
Teléfono: 221-5822
Estacionamiento: Valet parking.
Ticket promedio: Tapas de S/.12.00 a S/.30.00. Fondos S/.21.00 a S/.46.00
Volvería: Sí, quiero probar el resto de la carta.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Los precios se ven bastante razonables para la calidad que encontraste. Como dicen en cierta revista, ¡VA!