miércoles, 22 de febrero de 2017

Tres por tres: ¡9 años!

¿De verdad han pasado más de 3,000 días desde mi primer post? ¿De verdad?

Que rápido hemos llegado al noveno aniversario del blog. Si hago un esfuerzo puedo recordar los inicios del blog, aquellos tiempos cuando era joven e impresionable y paraba visitando restaurantes de buffet y cuando el vino, los makis y el chocolate amargo eran terrenos ignotos para mí. Quisiera afirmar que siento nostalgia por esas épocas pero no es así, escribir este blog ha sido una larga y gratificante jornada de aprendizaje que cambió mi estilo de comer. Lo que se inició como un diario de opiniones veraces sobre restaurantes al final terminó convirtiéndose en una envidiable mina de información gastronómica. Créanme, no son pocas las solicitudes que he recibido para que transfiera su propiedad pero no tengo la menor intención de hacerlo.

¿Qué ha cambiado en el blog? Quizá el estilo de las reseñas, con el tiempo he aprendido a ser más tolerante con los restaurantes. A veces pienso que es una causa perdida porque habiendo narrado tantos casos nunca dejan de sorprenderme con sus tarugadas. Basta recordar el caso de aquella tienda cuya balanza sólo pesaba múltiplos de 100 gramos. Felizmente ahora tengo contacto directo con algunos restauradores y puedo contarles lo que sucede en sus locales cuando ellos no están presentes. Y ese sigue siendo el mayor activo del blog, el tenor que nunca abandonaré: las visitas se hacen de incógnito y sin ningún tipo de canje o beneficio para que la experiencia sea lo más veraz posible, tal cual la viviría un comensal común y corriente.

Estoy feliz de haber llegado a los nueve años de presencia en la blogósfera. No hay sentimiento que pueda igualar la satisfacción de haber escrito más de 500 reseñas sobre restaurantes de Lima, provincias y el extranjero. El camino siempre ha sido ascendente, pues también he logrado publicar mis reseñas en revistas especializadas. ¡Y como no olvidar la que apareció en la revista de Latam Airlines para Latinoamérica!

No negaré lo complejo que es equilibrar vida personal y profesional con el blog, pero mantener la calidad a lo largo del tiempo es un reto que exige sacrificios. Y antes que alguien lo pregunte no he tenido problemas con la balanza aún, el ejercicio y una alimentación equilibrada (aunque no lo parezca) han sido mis mejores aliados.

Nueve años después aquí estoy, tan serio como desde el primer día que decidí abrir esta página y firme en el propósito que me planteé desde el inicio: ser el mejor referente para que cada quien elabore sus propias aventuras gastronómicas. Y hace rato que cumplí ese objetivo.

¡A celebrar se ha dicho!

1 comentario:

Gabriela dijo...

Pues, a celebrar. La alegría se entiende plenamente.